La Doctora Silvina Ramírez se une al ciclo de conferencias organizada por JUDEC con una interesante disertación titulada “Justicia Penal y los Pueblos Indígenas”, donde explicó cómo coexisten la justicia penal occidental con la justicia penal de las comunidades indígenas de América Latina.
“Los Estados deben transformarse”
Antes de referirse al campo de la justicia penal, la conferencista senaló tres puntos clave que los asistentes deben conocer para comprender el escenario.
“Existen pueblos indígenas, son diferentes, están dentro de la órbita del Estado y hay que aprender a lidiar con la diversidad cultural”, explicó Ramírez, a lo que añadió que “El Estado ha dado la espalda, consistentemente, a los pueblos indígenas”.
En este orden de ideas, la conferencista explicó que los países no son monoculturales y, por el contrario, existen una diversidad cultural dentro del Estado, un Estado que desde su consolidación ha mantenido una relación traumática con los pueblos indígenas, “una relación que hay que configurarla de otra manera”.
En tal sentido, explicó que, desde su punto de vista, “los estados deben transformarse radicalmente para garantizar el goce de sus derechos a los pueblos indígenas”, ya que dichas comunidades existen dentro de estructuras occidentales donde, si bien se han ido incluyendo los derechos indígenas, no existen garantías para ellos.
Construir estados pluriculturales
Entre otros derechos (incluidos en las diferentes constituciones latinoamericanas y en normativas internacionales), los pueblos indígenas tienen derecho a: Conservar y fortalecer sus propias instituciones y administrar la justicia propia.
Esto, si bien les da reconocimiento de sus tradiciones, no los hace ajenos de la justicia occidental, así como no los excluye de la misma.
“Queremos construir sociedades y Estados pluriculturales…que las culturas no sean guetos, sino que intercambien, que se enriquezcan y dialoguen”, sostuvo Ramírez, quien habló por todos los catedráticos en materia de derechos indígenas.
La conferencista explicó que los pueblos indígenas coexisten dentro de una nación y, por consiguiente, lo que se busca es el reconocimiento de sus derechos dentro de la misma, no la independencia de los pueblos.
La justicia penal es un campo delicado, donde se presentan varios escenarios, los cuales van desde el reconocimiento de la justicia indígena hasta los fenómenos de interlegalidad.
En tal sentido, la propuesta de Ramírez y otros catedráticos es el “Plurarismo Jurídico”, un sistema de derecho donde la justicia occidental y la justicia indígena pueden coexistir, respetando la institucionalidad indígena y sin violar la normativa común.
Asimismo, Ramírez aclaró que “existen límites para el ejercicio de la justicia indígena”, límites dados por los Derechos Humanos fundamentales.
Para concluir, retomó el punto inicial, explicando que la armonía entre la justicia occidental y la institucionalidad indígena es posible con una transformación de la Matriz Estatal, una transformación clara y compatible con ambas culturas.
Por Marielys Hernández.